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Arquitectos: ALTRE
- Área: 275 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Ricardo Ruíz, Mikel Ponce, Sergio Santoro
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Durante las Fallas, la fiesta mayor de Valencia (España), una serie de grandes esculturas llenan las calles de la ciudad, pero la noche del 19 de marzo se les prende fuego para dar paso a la primavera. De este ritual colectivo, el único legado material que cuenta su historia es una serie de pequeños libros, conocidos como llibrets de falla, editados por cada una de las asociaciones festivas de la ciudad. Así, en el marco del proyecto El llibret de falla: una oportunitat cultural, se ha querido construir una arquitectura efímera que funcione como biblioteca temporal, archivando algunos de estos llibrets de falla: aquellos que han tenido un marcado valor en la historia de la fiesta, con el fin de darlos a conocer. Para ello, se recogieron aquellos libros que diferentes personas guardaban de todas aquellas casas y cajones diseminados por la ciudad, así como de diferentes casales, para formar parte de esta biblioteca temporal, tratando cada libreto de falla como una joya, con su propio espacio de estudio.
Esta arquitectura lineal ordena cronológicamente todos los libros, proporcionando una lectura histórica muy sencilla, siguiendo una línea continua y sinuosa que amplía o contrae el espacio de circulación pública en el que se inserta. Así, a modo de recorrido cronológico, permite comprender rápidamente la evolución gráfica de las publicaciones, así como el contexto político en el que se produjeron.
Y lo hace de forma perpendicular a la dirección de movimiento del usuario, de modo que, en perspectiva y gracias al diseño escalonado de los archiveros, permite en general comprender de un vistazo la evolución de un determinado periodo histórico. Pero, al mismo tiempo y en particular, la arquitectura también permite una lectura sosegada de cualquier ejemplar, con un espacio de estudio individual, delimitado visualmente por los carteles informativos y los propios libros, elementos que se sitúan al nivel en el que se sienta el usuario. Sin embargo, cuando está de pie, el espectador percibe el espacio con mayor transparencia. Así se creó esta doble escala, general y particular, en función de la altura de los ojos del usuario.
Por otro lado, la construcción modular y ligera de esta arquitectura de madera permite su adaptación a diferentes espacios, pudiendo ampliar o reducir su tamaño, actualizando e incorporando los nuevos libros que se vayan publicando. De esta forma, se consigue su aprovechamiento material a lo largo del tiempo, un requisito imprescindible dado el contexto de crisis ecosocial en el que nos encontramos. Prueba de ello es que la biblioteca ya ha adquirido diferentes formas, reuniendo un archivo diferenciado de publicaciones.
Por último, uno de sus valores arquitectónicos más notables reside en la solución de los detalles. Al fin y al cabo, se trata de arquitectura a pequeña escala con un diseño preciso, flexible y adaptable, que nace con el objetivo de potenciar un hecho cultural y cívico local.
Por último, uno de sus valores arquitectónicos más notables reside en la solución de los detalles. La colocación a tresbolillo de las patas y archiveros compensa y equilibra los pesos del conjunto, ocultando las juntas de los tableros, que cuelgan de los archiveros bajos. Este hecho, junto a la horizontalidad de las celdillas de los paneles celulares de policarbonato y la colocación de la tapeta perimetral de madera, acentúa la continuidad de la idea de línea continua cronológica. Por otra parte, la solución constructiva de los archiveros, con los carriles deslizantes de los metacrilatos, la tornillería o los topes de madera a presión, configuran un artefacto sencillo y elegante para ubicar los llibrets. En definitiva, se trata de arquitectura a pequeña escala con un diseño preciso, flexible y adaptable, que nace con el objetivo de potenciar un hecho cultural y cívico local.